viernes, 22 de julio de 2011

Mi Mundo Surreal By Mely



¿Qué soy?
Es la pregunta que siempre me hago al despertarme. ¿Es esto una pesadilla, en cual despertaré dentro de poco? ¿O solamente está pasando en  mi mundo surreal? Cada día, desde que me dijeron mi verdadera naturaleza, he deseado que no sea real.
¡No era suficiente que sea una anormal como humana, que también lo tenga que ver siendo un híbrido!
“Las respuestas a todas tus preguntas están por responderse”, eso es lo que siempre decía mi madre cada vez que yo me despertaba gritando, luego de haber tenido una pesadilla, la misma pesadilla que me persigue desde hace 3 años.
Sueño con que estoy parada en medio de una calle, no hay nadie por donde quiera que mire. La luz de luna es el único testigo de mi presencia allí. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y hace que suelte un leve gemido de dolor, formando una pequeña leve nube blanca cuando sale de mi boca.
Miro al cielo oscuro sin estrellas, trato de oír el leve sonido del viento, pero no existe. Quiero ver alguna diferencia en este mundo oscuro y silencioso. Pero algo muy dentro de mí sabe la respuesta.
La diferencia no existe.
Escucho un leve crujido a mi derecha, seguido por un lamento. Me doy vuelta tratando de ubicar en la penumbra, donde se encuentra el ser que implora ayuda.
Empiezo a caminar sin que mi cerebro de la orden. Siento como una especie de atracción, como la de un imán, que me lleva hasta un callejón sin salida.
— ¿Hola? — Murmuro a la oscuridad.
Nadie responde, mis instintos dicen que salga corriendo del lugar y que despierte. Pero existen dos problemas:
1.    No quiero irme, no hasta que descubra de quien se trata.
2.     No sé cómo despertarme, el sueño están real que siento el frio que trepa por mis huesos.
Intento darme la vuelta, pero mis piernas no me responden, siento como si estuviesen pegadas al suelo. Ahora los ruidos, como que algo se arrastra se hacen mucho más fuertes, me estoy poniendo muy nerviosa. Quiero gritar pero mi voz no sale.
— Ven conmigo. — Dice una voz desde el fondo del callejón, la reconozco porque fue la que yo escuche al venir hacia aquí.
— No puedo. — Logro susurrar.
Una mano agarra mi brazo y me tira hacia las sombras. La otra mano me tapa la boca mientras logro vislumbrar el rostro de la persona que me mantiene quieta. Es un joven de más o menos mi misma edad, tiene el pelo de color negro, y sus ojos son los que más me llaman a atención. Son de un color plata que atraen mi mirada. Tiene un aire misterioso y peligroso, algo que hace que me sienta atraída hacia él.
— ¿Ves cómo lo puedes hacer?
Su voz es aterciopelada, me pregunto cómo sonará mi nombre pronunciado por su boca.
— ¿Quién eres?
Pregunta estúpida, pero lo tengo que saber. Algo dentro de mí dice que ese nombre cambiara mi vida.
— Pregunta equivocada.
El joven abre su boca y me muestra como sus colmillos se empiezan a alargar. Siento una especie de miedo cuanto se empieza a acercarse a mí. Quiero escapar pero él me sostiene muy duro contra la pared.
— Es hora de que vayas aceptando lo que eres, Axia.
Dicho esto, ni siquiera tengo tiempo de preguntarme cómo es que él sabe mi nombre, porque él muerde mi cuello. Despierto toda sudada y asustada por las sombras que abundan en mi cuarto. Bueno, eso era antes de que me contaran la verdad.
Resulta que mi madre, era muy amiga de un chico en la Universidad de Leyes en donde ella estudiaba, primero empezaron siendo muy amigos y una cosa llevó a la otra y terminaron enamorándose. El fruto de su relación, fui yo. Pero a las dos semanas de haber nacido, mi padre le contó su mayor secreto a mi madre.
Él era un vampiro.
Mi madre asustada, por todas las historias acerca de los vampiros que mi abuela le había contado escapó junto conmigo.
Ella nunca quiere hablar acerca de él, no sé cómo se llama, como es, no se absolutamente nada.
Las cosas empezaron a cambiar cuando yo cumplí los 17 años, hace dos semanas atrás. Las pesadillas que antes eran solo eso, se volvieron cada vez más reales, no puedo pasar mucho tiempo bajo el sol porque luego me empieza a doler la cabeza, y además tengo un cierto fanatismo a las cosas rojas. Ahora solo me alimento de cosas de ese color, ya sea frutillas, manzanas, cerezas…
Cuando mi madre empezó a notar estos cambios, comenzó a actuar raro conmigo. Como si fuese un bicho raro. Una tarde me llamó a la sala de comedor para hablar conmigo, mientras que Robert, su esposo, estaba trabajando.
Ella me conto todo lo que estoy escribiendo ahora, junto a otra cosa más.
Mi padre, al enterarse que mi madre estaba embarazada, fue al Consejo, o como se llame, y les contó la situación por la que estaba pasando. El líder del Consejo, le respondió que había sido un total descuido, que tenía que pagar un castigo.
El castigo sería matar a mi madre o firmar un contrato para que cuando el líder del Consejo sea padre, cosa que iba a hacerlo en pocas semanas, su hijo y el hijo de mi padre si era mujer, se casaran.
Mi padre asustado cuando supo que el Consejo tenía planeado matar a mi madre, acepto firmar ese contrato, pensando que seguramente tuviera un varón y así salvarse del castigo. El problema fue que verdaderamente mi madre tuvo una mujer. Por ende, me tenía que casar con el hijo del líder del Consejo.
Shockeada como estaba esa tarde, en la que mi madre me contó la verdad, me encerré en mi habitación.
Hoy es el día que tengo que volver al colegio porque si no, vendrán los trabajadores sociales a mi casa para preguntarle a Robert y a mi madre porque no estoy yendo al colegio.
Me miro por última vez delante del espejo, arreglo mi flequillo de color rojizo, me aplico delineador negro, y salgo de mi habitación. Mi madre está sentada en la cocina y se sobresalta porque no me ha oído llegar.
— Axia, por fin sales de tu habitación. ¿Vas al colegio? Ven y come algo, mientras hablamos.
No puedo compartir la misma habitación con la mujer que me mintió por 17 años, solo me limito a mirarla, y sin responder a ninguna de sus preguntas me voy de la casa.
— ¡Axia! — Escucho como mi madre me llama desde la cocina, a lo que yo respondo con un fuerte portazo, dando así un toque rebelde a mi perfecta salida.
Llego al colegio, aunque hayan pasado dos semanas todo sigue igual, el colegio St. Paul nunca cambia, ese es el lema.
Marie y Kyle están estados en la escalera hablando de cosas normales. En ese momento sentí un pinchazo de celos en mi interior, ¿Por qué ellos podían vivir una vida normal, mientras que yo soy una hibrida y futura esposa de Ismael Vireo?
Marie se da vuelta, dando a su pelo de color negro azabache un poco de efecto dramático y ahí es cuando ella se da cuenta de mi presencia.
— ¡Axia!
Marie se abalanza hacia mí, para empezarme a dar uno de sus tipos discursos, del porque no la llame, porque falté, que ella me quiere, blah, blah, blah. Mientras que Kyle me mira con una sonrisa en sus labios, mientras el viento juega con su cabello rubio. No sé porque nunca salimos, aunque todos nos digan que haríamos una hermosa pareja, bueno un triángulo amoroso si contamos que Marie está enamorada de Kyle desde el preescolar.
— Marie, lo siento si te preocupe, es que tuvimos un problema con mi mamá que complico las cosas, y me sacaron mi celular y computadora. – Mentí, en realidad si tenía en mi habitación el celular y computadora es que simplemente no quería hablar con nadie, quería estar sola.
— Axia, un gusto volverte a ver. — Dijo Kyle mientras me daba un abrazo de oso.
 — Se extrañaba tu presencia.
Yo solamente comienzo a reírme y le doy una sonrisa sarcástica antes de preguntar:
 — ¿Y tú me extrañaste?
Pero ni Kyle ni Marie están prestándome atención. Están mirando como un Jaguar negro entra al estacionamiento de St. Paul acaparando todas las miradas de las chicas que se mueren por saber quién lo conduce, si el conductor están guapo como lo es su coche, y los chicos dejando un camino de baba a medida que el coche avanza. Yo ni siquiera le prestó atención,  hasta que todo en St. Paul se paraliza. No se escucha ni un ruido, ni un murmullo, ni un solo celular sonando. Todo queda en silencio. Como en mi sueño.
Levanto mi mirada para saber quién o qué es la causa de tal conmoción, no hace falta que pronuncie palabra, porque él está adelante mío.
¡El chico de mi sueño, de mi mundo surreal! Está parado enfrente de mí pero esa no es la respuesta para tal silencio, porque obviamente ninguno de los alumnos y profesores de St. Paul saben acerca de mis sueños.
La razón es porque él era el dueño del Jaguar negro, al parecer él sería un próximo alumno del St. Paul.
Extiende su mano derecha hacia mí y pronuncia con esa voz que siempre recuerdo.
— Nos volvemos a encontrar Axia, espero que me puedas mostrar las instalaciones de mi futuro colegio.
— ¿Quién eres? — Pregunto cómo en mi sueño.
— Ismael Vireo, líder del Consejo. Pero esa es una pregunta equivocada.
No entiendo a qué se refiere hasta que estoy de vuelta en medio de la calle en la oscuridad mientras que a lo lejos escucho el pitido de unas máquinas y los gritos de personas diciendo:
— ¡Señora que le ocurrió a la muchacha!
— ¡No lo sé! Solamente ella estaba teniendo una pesadilla como todas las noches y empezó a convulsionar. — Reconozco la voz de mi madre entre otras desconocidas.
— ¡Se nos va! ¡Tráeme las paletas para hacerle electroshock! Señora, debe irse.
No quiero escuchar más, solo quiero que se acabe. Las maquinas parecen haberse vuelto locas porque unos minutos atrás sonaban enloquecidas y ahora solo se escucha el ruido de que el corazón dejó de latir.
— ¿Axia?
Siento una leve presión en mi hombro, y me encuentro parada en la entrada de St. Paul con Kyle mirándome con preocupación, Marie confundida, mientras que Ismael me da una extraña mirada, que no  puedo reconocer. Extiendo mi mano hacia Ismael, y le doy una sonrisa coqueta.
— Bienvenido a St. Paul, seria todo un gusto ser tu guía.
Ahora comprendo todo. Yo vivía confundida porque no sabía diferenciar mi mundo real del surreal. No sabía que era un sueño y que era un hecho real. Ahora comprendí que para poder vivir en el mundo real tenía que morir en el surreal, porque en ambos mundos no se puede vivir, tienes que elegir solo uno. Y eso fue lo que hice.
¿O no será que verdaderamente morí en el mundo real y estoy viviendo en el mundo surreal? No lo sé, pero estoy dispuesta a averiguarlo.


Vale, no es que ame mucho las historias de vampiros o hombres lobo porque si vamos a los hechos ahora todas las personas están escribiendo sobre ellos y la verdad  a todos nos aburren esa clase de libros ahora, bueno no a todos si no a la mayoría ya que al parecer desde que mi querido Crepúsculo triunfo todos creen que mas historias vampíricas o lobinas como se diga triunfaran , por mi parte no lo harán sino son originales pero bueno, me gusto el relato y cuando lo empecé a leer pensé “o Dios mas vampiros por aquí” pero no, resulto diferente de lo que imagine eso del mundo real y surreal y morir en uno y vivir en el otro es extraño pero capta, así que Felicidades Mery me ha gustado el relato porque no es el típico relato de vampiros sino que encierra mas temática en ellos. Bueno respecto a cómo escribiste a mi parecer fue bueno, fuiste descriptiva, utilizaste muchas clases de palabras es decir sinónimos, buen vocabulario. Me gusto el final, yo también como ella quede confundida ¿En donde habrá muerto? Así que ya ves?? Capta ;)


¿Qué les parece a ustedes chicas?
Si les ha gustado el relato las invito a visitar el mundo de Mely :


PD: Chicas no piensen que soy grosera por lo que he dicho arriba con lo de los lobos y vampiros, simplemente es mi opinión, es decir hay algunas historias de vampiros extrañas como esta que te captan, se que muchas tienen blogs con esta temática solo es un llamado para que su historia sea diferente a las demás ¿Vale? Es como un consejo

3 comentarios:

  1. ¡Hola! ¿como estás Annie? Espero muy bien :). Mm., y si a mi también me ha gustado el relato, me sumergí en la historia inmediatamente. Mely, escribes muy bien :D.
    Y Annie, yo pienso igual, es decir no tengo nada en contra de los vampiros, o de los hombres lobo, solo que me he cansado un poquitin :).
    Bueno, se cuidan muchísimo, y adiós.

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  2. Me ha encantado el relato, me he quedo super metida e impactada en el final.
    Mely: Escribes super bien :D
    Que anden bien, besos.

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